La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, firmó la ley que establece nuevas y duras sanciones contra el asesinato de mujeres y niñas.
Los homicidios relacionados con violencia doméstica tendrán penas de entre 12 y 30 años.
Pero se podrán aplicar condenas todavía más largas para el asesinato de una mujer embarazada, una mujer que acaba de dar a luz, de niñas menores de 14 años o mujeres de más de 60 años.
Rousseff dijo que 15 mujeres son asesinadas diariamente en Brasil.
Leyes similares han sido introducidas en otros países latinoamericanos como El Salvador, donde la tasa de homicidio de mujeres es la más alta en el mundo.
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