Una nueva prueba pericial de la bala que mató al fiscal argentino Alberto Nisman indicó este lunes que el orificio y la trayectoria resultan “compatibles” con una “lesión autoinfligida”. La munición entró dos centímetros por encima de la oreja y en un recorrido apenas ascendente con ángulo menor a 30 grados en la cabeza del funcionario que en enero pasado imputó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por supuesto encubrimiento de los presuntos autores iraníes del atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, en el que fallecieron 85 personas. Los resultados del peritaje fueron difundidos por fuentes de la investigación a las agencias de noticias DyN y Télam.
La fiscal que investiga el caso de la muerte de Nisman, ocurrida cuatro días después de la denuncia contra Fernández, afirmó este lunes sin embargo que carece de una “hipótesis preferida”. En diálogo con Radio La Red, la fiscal Viviana Fein abrió el espectro: "Mi mayor anhelo es descubrir la verdad. No solo por mí sino por la tranquilidad de la ciudadanía de que se sepa qué hubo detrás de esto, si esto fue motivado, inducido, si fue una decisión propia o si hubo una tercera persona que provocó el disparo”. En las últimas semanas diversos funcionarios ejecutivos y judiciales pusieron en duda la capacidad de la fiscal o las eventuales presiones que podría sufrir de parte del Gobierno de Fernández. Fein negó tales presiones.
La fiscal tomará esta semana declaración a dos personajes clave de la investigación. Uno es el ex jefe de Contrainteligencia de Argentina Antonio Stiuso, apodado Jaime, que habló con Nisman días antes de su fallecimiento. Stiuso fue despedido por el Gobierno de Fernández en diciembre pasado, después de 42 años de servicio como espía. Era uno de los más poderosos agentes, trató con diversos gobiernos y políticos y además colaboró con Nisman en la investigación del atentado contra la AMIA. Fernández lo ha acusado de estar detrás de la denuncia contra ella. También es criticado por diversos dirigentes de izquierda y sociales por presunto espionaje ilegal. Stiuso declarará esta semana.
Otro de los protagonistas del caso que deberá comparecer ante la fiscal es el único imputado por la muerte de Nisman, el técnico informático Diego Lagomarsino, que le prestó el arma que lo mató. Este lunes la Procuraduría General de la Nación despidió a Lagomarsino de la fiscalía que investiga el ataque contra la AMIA y que dirigía Nisman por considerar que carecía de funciones concretas allí.
El caso sigue levantando polémica política. Reconocidos fiscales convocaron para el próximo día 18 a una manifestación de silencio en homenaje a Nisman, cuando se cumpla un mes de su muerte. Los principales candidatos presidenciales de la oposición para las elecciones primarias de agosto próximo asistirán. El Gobierno ha descalificado la marcha. “Hay tremendos oportunistas detrás”, dijo el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández.
Fuente: El País (España)
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